Típica tienda de víveres que existian en casi todas las manzanas de los diferentes barrios.
Me recuerdo del “fiao”, y de las muestras grátis de lascas de jamón Dulce y del Serrano.
Las pesas o balanzas de hierro. La caja de cambios de dinero con su sonido al abrirse. Habia que saber aritmética de verdad.
Las postalistas de albumes para la colección de Pinocho y Blanca Nieve.
Las bolas o canica que por trampa a veces iban con el “manigüiti”,
El olor tipíco y peculiar de las bodegas
El delicioso pan Cubano dorado y acabado de sacar del horno. Y al añadirle mantequilla era una delicia.
De los helados deliciosos naturales de diferentes sabores como el Hatuey y el Guarina.
Memorias del intercambio de botellas de gaseosas vacías por 0.5 -10 ctvs. (Pepsi, Cola, Materva, Jupiña, Salutaris, Ironbeer) para comprar chucherías.
Los Turrones Jijonas, de Alicante, el Pan con Timba, los sandwiches Cubanos y las Media noche. La dulce guayaba con membrillo.
Las latas de galletas de manteca y de Soda?
El queso Gruyere, el Suizo, y El queso Holandes marca Gallo Azul,
Los chocolates como la Estrella y el delicioso marca Peter.
Y el aroma del café molido.
Las manzanas, uvas y peras.
Y de los tamarindos para hacer champola.
Las aceitunas verdecitas que me las comia a escondidas en casa.
Los albumes de Disney y otros para coleccionar postalitas.
El aceite de Oliva Español.
Y las latas de conserva de jugos. Las compotas Heinz y Gerber.
El arroz Hon Chi, desgranao, que “cleze”…
Y con el pan cubano y el dulce se le untaba mantequilla con jamon y el queso que se derretia hechod en los discos voladores caseros.
El Vino tinto 95, el de Viña 25, el bermouth y la “Crema de Vie.”
¿Y quien se acuerda del tenebroso hígado de bacalao, pa’ “engodar” ?
Me acuerdo de ese Aceite de Hígado de Bacalao, para “engordar” y que le tenia terror.
Recuerdo cuando mi Madre le ponia un huevo crudo al vino Viña 95 y habia que tragarselo sin reventarse en la boca. ¡Aquello era una Tortura!
Los chiclets Adams en su cajita amarilla. Y ese sabor a menta de la goma de mascar.
Y en la cabecera de la mesita de cama, no faltaba el ungüento de Mentholatum y Vicks para todo tipo de remedios curativos caseros. Desde el resfríado y de salvaguarnos de Catarros contagiosos y para la decongestión de los bronquios.
Para el dolor de garganta un buen toque de Tokisan de la marca Goyescas. Que era un líquido dulzón y mi Madre lo aplicaba a mis amigdolas con un algodón.
Ahi les dejo mis memorias también con
los carritos ambulantes de Ostiones, Manjua y Fritas. Paleticas de Helado, duro frio, Rositas de maíz, manies y algodon.
La imagen de el Bodeguero ofreciendo “La Contra” a los niños por chucherías y dulces.
Y en los bares y en algunas fondas Chinas. Habian barras donde jugaban cubiletes y el juego de la charada.
Las tiendas de víveres estaban por doquier y por todos los barrios.
Las de más categoría poseian victrolas RCA Victor.
Los adolescentes construian carretones para llevarte la mercancía a tu casa, por una simple propina.
En las tiendas encontrabas duro frio y helados hecho por el dueño, muy deliciosos.
Te ofrecian muestras de comestibles con sus lascas de queso, tan deliciosos.
¡Que tiempos aquellos!