El crimen de matar Árboles

Talar arboles es un crimen ecológico y suicida. Eso no tiene justificación alguna.
Talar árboles centenarios es quitarle oxígeno, sombra, estética a la población y por ende matar una vida organica, por ignorancia o capricho egoísta; es anatema a la Naturaleza.
Los árboles son seres vivos aunque sean no tan inteligentes como el hombre.
Por que algo sea invisible, no significa que no exista, o que no tenga derecho a serlo.
Es existencial; por que existe en la naturaleza viviente y espiritual.
La Sombra frondosa de un árbol ahorra energía; le da vida a la ciudad y al medio ambiente.
Fija los suelos y permite el habitat de las aves, y los insectos.
Mitiga los vientos de tormentas letales.
Es fuente indirecta de vida.
Es menester sembrar más arboles, no podarlos indiscriminadamente.
ÍQue ironía que en el día mundial del planeta, aparezca tristemente el talón de un árbol que dió vida!
Las aceras rotas se pueden rehacer. Y así proveerle seguridad a los transeuntes.
Los árboles talados no se pueden reproducir así de repente.
Son obras centenarias y a veces milenarias de la naturaleza.
El Urbanismo es necesario para la Cultura y el progreso. Sino la nación terminara como las laderas de la montañas de Haiti o el desierto de Gobi.
Los funcionarios ineptos sobran, son dañinos y deben podarse como yerbas malas.