Muchos tal vez vean la palabra frontispicio como rara y es simplemente una fachada, es un sinónimo que evoca para
mi un carapacho vacio. Una fachada que esconde misterios y otras veces es simplemente un espacio vacio, pero repleto de escenas préteritas en el espacio-tiempo dimensional.
Si pudiesemos trasladarnos a épocas préteritas, podriamos aprender de la existencia y vivencia de un edificio en ruinas, y que nada más ofrece que su frontispicio.
Tal vez el Trotcha, hoy un parque mustio y yermo del Vedado, pudó ser el Parternon Cubano. Pero la negligencia de sus gobernantes y el tiempo implacable lo conquistó con su desaparición total onírica y que lo grabó en la memoria de los que verdaderamente aman su historia.
Me recordaba al Parternon Ateniense, por su configuración greco-romana.
Ese hotel fue escenario de personajes históricos; hoy ya en el más alla.
De ahi se han tejido e hilvanado leyendas romanticas. Y por fotos antiguas vemos gente con vestidos interesantes. Damas y Caballeros muy distintos al de hoy en día.
Y evocan en mi mente una simbiosis de las leyendas pastorales y los castillos medievales de la época medieval en la Francia del Cid Campeador.
Mientras leo el cuento ‘El Immortal’ de Jorge Luis Borges, no se por que? salto de mi memoria la imagén del venerable Hotel Trotcha; testigo de la Républica que añoro y que por alguna razón inexplicable, me siento magnetizado por esos 1900’s, que sueño como un período romantico y que todavia conservababan muchas costumbres del siglo XIX.
Author: Rigo Muniz